Lauren Padawer
Fundador, Alaska Glacial Essentials Skincare

La idea de Alaska Glacial Essential Skincare surgió en un viaje de rafting por el río Copper que me cambió la vida en el año 2000. Paramos a almorzar en un cañón cerca de la desembocadura del río Copper para espiar a los osos pardos que pescaban salmón en el lado opuesto del río. Después del almuerzo, nos dimos un chapuzón en las relucientes pozas que quedaron de la crecida del agua del verano. Inmediatamente nuestros pies se hundieron en el lujoso barro mantecoso que se había asentado en el agua turbia y procedieron a cubrirse la cara y el cuerpo con el barro sedoso, fingiendo ser huéspedes del spa más salvaje del mundo, rodeados de huellas de osos, alfombras de epilobios y los gritos de las águilas volando por encima. La sensación divina del barro glacial y la consiguiente piel suave iniciaron mi viaje para descubrir el poder de las plantas y los minerales para curar y desintoxicar la piel.

Después de mucha investigación, nació el “facial glacial” y Alaska Glacial se lanzó con una línea de mascarillas de barro y jabones minerales naturales y purificantes y un espíritu empresarial nacido para apoyar el lugar que inspiró su nacimiento, el río Copper. Donamos el 2% de los ingresos (o el 10% de las ganancias netas, lo que sea mayor) a organizaciones que protegen este majestuoso rincón del mundo.

Sin embargo, a medida que fui creciendo, también lo hicieron mis necesidades de cuidado de la piel: la piel envejecida exige más hidratación y nutrición diaria. Siempre había imaginado ampliar la línea y sabía que el mercado del cuidado de la piel estaba repleto de opciones. Si el futuro de Alaska Glacial incluía más productos, sentí que tenían que ser realmente innovadores: elaborados con agua de glaciar, potentes plantas silvestres de Alaska e ingredientes funcionales que ofrecieran fórmulas con resultados excepcionales.